Días sin horas

domingo, mayo 23, 2010
 
Pero encontraba en su mirada delicada los vestigios de una cultura punk que nunca se acabó de creer, pero que le hizo crecer.
Estaba tan hermosa con su vestido y su sonrisa, que cuando se acercaba y me cogía del brazo para susurrarme en medio de la algarabía de otro concierto que ya no escuchábamos, sentía la mirada de su novio, que no era tal, si no el fruto de mi deseo de que se sintiera celoso y tenerla a ella, sólo para mí, aunque fuera un rato.
¿Sería ella cómplice de nuestra infidelidad inventada?

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domingo, mayo 09, 2010
 
Y sin epístola, ni noticia, me tienes. Paso los días en el espectro de luz oscuro de quien espera y vive para esperar, sin saber controlarse. Los días destejen los minutos que pasamos juntos, las palabras que escribiste para mí, las que yo me inventé sin ti, y aun así todo parece tener cierta coherencia temporal, como si aun fuera lícito esperar que me concedieras uno más, sólo uno más.

Será estúpido y pueril, pero como pesa tu recuerdo, promesa de un mundo mejor, de la salvación entre tus labios. Será que la espera unge la esperanza, en el extremo de lo sacro.

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