Días sin horas

lunes, abril 25, 2005
 

Fluye el cielo entre tu piel y mis dedos


¿Cómo decirte que me encanta escucharte?

¿Cómo decirte que me pierdo con cada una de tus palabras?

¿Cómo decirte que echo de menos tu mirada cuando no te puedo ver?

¿Cómo decirte que me muero en silencio cuando estás y no estás conmigo?

¿Cómo decirte todo esto sin asustarte?

Añoro las caricias que nunca me has dado, pero las sigo sintiendo entre mi cuello y mis mejillas. Siguen cayendo entre mis dedos las lágrimas de emoción que te saltan cada vez que me ves por primera vez en mi sueño de cada día. Livianos, como tus sonrisas, tus recuerdos siguen revoloteando entre mis días, entre mi estado consciente diario y mi estado inconsciente nocturno; me recuerdan que te echo de menos, que sin ti la vida es menos azul y que si estoy así es por ti. Recuerdos, a veces amargos, cuando no me hablas; pero cuando me hablas los recuerdos se hacen miel en mi boca, y empalagan mi conciencia, y redescubren los matices a una vida que si ti pierde sus perfiles. Siendo oscuridad me traes calidez y luz, sigues siendo mágica hasta en la cotidianidad. Contigo los días no pasan, me acarician. Cae el cielo a mis manos para que disfrute lanzándote bolas de nube con mi infantilidad, y cae a tus manos para que compongas entre sus brisas mil melodías para volver a hacerme llorar y poderme consolar. Que bonito es el cielo cuando se vuelve púrpura, que bonito es el color púrpura cuando tu me coges de la mano.

Comments:
Qué bonito es este blog. no había entrado nunca y me alegro de hacerlo, lo haré a menudo
 
escribes muy lindo chica...
transmites mucha sensibilidad de cristal
 
si, ya sé, sos chico, error en el tipeo...
 
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