Días sin horas

miércoles, agosto 23, 2006
 
El atardecer, a través del cristal moteado de lluvía del ático, sigue tintando de rojo las paredes que llenaste con tus frases hechas con ceras de colores. ¿Dónde dejamos los brazos del sofá?

Comments:
el movimiento del sol te pertenecera siempre. aunque no haya brazos, o sofas, aunque el atico desaparezca, aunque ya no haya que leer... el sol te pertenecera, igual que la lluvia en los cristales, es algo demasiado tuyo como para olvidarlo.
 
pero desaparecen los brazos que abrazan, y el sol ya da igual donde quede o qué haga... al fin y al cabo... panta rei
 
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