Días sin horas

domingo, agosto 13, 2006
 
Y renacen sus ojos verdes del fondo de la ventana que murió de pena. Sin quererlo se han ido llenando de agua y ahora lloran ese agua estancada. Clavado en el centro de la retina amanece un alfiler, el que tantas veces me ha punzado los labios. Si el secreto de la desolación es la inexistencia de ilusión, los ojos que te envuelven se vuelven ilusión ( óptica, claro).

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"He llevadoa cabo una labor, una grata labor dirigida al mundo y destinada a consolar nobles corazones: aquellos a los que aprecio y al mundo sobre el que descansa el mio propio. No me refiero al mundo común, a ese mundo de los que, según he oido decir, no pueden soportar el dolor y únicamente ansian estar inmersos en la felicidad. Que Dios se lo permita!. Mi historia no está dirigida ni a su mundo ni a su forma de vivir; su vida y la mia son dos mundos aparte. Es a otro mundo al que me dirijo, al mundo que lleva en su corazón una carga de dulce amargura, que se deleita con ello y con el dolor de la nostalgia, que ama la vida y se entristece con la muerte, que ama la muerte y se entristece con la vida. Dejad que tenga mi mundo en ese mundo, que me condene o me salve con él." ---Gottfried von Strassburg.
 
Ya lo había visto.

Supongo que cada uno le ponemos las caras que llevamos dentro a las historias. Es lo bonito de hacerlas públicas, que dejan de ser sólo tuyas, crecen.

No sé a qué estás esperando para volverte... Bueno sí, a la primavera ;-) Y el idioma... Mmm... Creo que se me acaba de ocurrir una idea para un post.

Vi ses.
 
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