Cuando la última gota se suicida desde la hoja de menta, explota en el suelo el reflejo de la luz blanca y transparente del sol.
Y el suelo se llena de cristales que recomponen las colores y dejan estelas que no se habían podido imaginar nunca, es tan sencillo que nadie puede pensarlo sin verlo.
Clavada en una roca, esta ella mirando las gotas y las hojas. Es divertido y relajante ver como se pierde tu propia mirada entre las transparencias, colores y demás abstracciones.