Días sin horas

lunes, marzo 29, 2010
 
Por si te apetece una banda sonora.
One headlight - Wallflowers

Hay días que te levantas y el mundo es diferente. Todo tiene la calidez de un recuerdo, de un buen recuerdo. Será la primavera, será el polen, será que aun llevo una reina blanca de ajedrez en el llavero y hoy he decidido no preguntarme por qué.
Hoy no ha sido un día así, era gris y hacía frío a las siete y media de la mañana cuando me sentaba en un banco a esperar que abrieran una clínica perdida entre edificios sin caracter. La temperatura que ha roto el alba me hacía sentir incómodo por lo caluroso del frío que no te deja estar con chaqueta ni sin ella.
Pero todo ha quedado al otro lado del día. Cuando te levantas más de una vez en un día tienes la posibilidad de reconducir las sensaciones. Y esta vez sí que me he despertado en primavera, te he encontrado sin verte, he recordado que aun te llevo a cuestas, y me he preguntado si a ti te importará, te gustará o te dará igual. Creo que ninguna, si alguna vez hubiese llegado a entenderte, quizá hubiese conservado tu ánima, y jamás te hubiese podido desanimar.
Siento no haberlo hecho mejor. Pero hoy es primavera de nuevo, es la primavera de hace varios años, y vuelvo a tener ganas de coger el cielo y gritar sin sentido para luego reirme.

Comments:
Debe ser la mezcla de la banda sonora con tus palabras lo que me ha hecho sentirme tan cercana con éste nuevo post... debe ser...

Poco que objetar, simplemente decirte que en mi opinión no se debe decir lo siento jamás, al menos eso creo, porque nuestras reacciones son la manifestación de aquello que pensamos que nos va a dar la felicidad, y como tal no debemos sentirlo, lo malo o mejor dicho aquello que con el tiempo se transforma en una situación antagónica a aquella que creimos alcanzar, debemos valorarla como aprendizaje y aquello que nos reporta satisfacción, como el día de hoy lo ha hecho contigo, debemos agradecerlo por la fortuna encontrada.

La primavera de hace ya algunos años hacía una agradable temperatura, llegó el verano y el calor se tornó asfixiante, lo que fue una gran decepción... tal vez fue un error creer que esa temperatura permacería "para siempre"...
 
Siento, no sólo significa arrepentimiento, que no me arrepiento de nada. También significa que algo lo sientes, lo vives, lo aprehendes, ... la inteligencia sentiente de Zubiri.

Lo asfixiante o no, lo caluroso o no, depende en gran parte de nosotros mismos; supone una percepción de un fenómeno externo. La realidad es constructiva.
Aunque también decir que a mí también me asfixió, pero probablemente en otro momento, se desacompasaron los latidos.
 
Respiremos que la asfixia no es un sentimiento agradable!

Puede ser que se desacompasaran o que buscaran cosas distintas...

¿¿Intuyo un jaque???
 
¿Un jaque? No, por Dios, si apenas hemos movido unos cuantos peones y un par de piezas. Hemos abierto el juego.

No es agradable, pero tampoco es traumático, es simplmente una sensación en relación a otra.

Yo creo que se desacompasaron, sino, ¿qué te habría traído por aquí?
 
Nunca me fui de aquí...
 
Nunca me fui de aquí... creo que buscaba respuestas, además de cierta "adicción" a tus post.
 
¿Por qué buscar respuestas aquí? Un aquí que no es, el espacio virtual es una suposición de los que deciden comunicarse, no existe tal cosa como aquí y ahora cuando hablamos de Internet.
¿Encontraste alguna respuesta? Ya sabes que aquí no soy yo, sólo un trozo de mí, algo que soy a tiempo parcial. ¿Por qué no una respuesta de todo mi yo?

Tu cierta adicción a mi posts, yo cierta adicción a los recuerdos. ¿es lo mismo?
 
Sinceramente no encontré demasiado, pero no considero justo encontrar respuestas en todo tu yo, supondría explicar y odio esa palabra, además de las dudas fruto de la "decepción". Podríamos llamarlo cobardía si quieres, es más sencillo tener un té en la mesa junto al teclado y la pantalla, y acceder de vez en cuando... una investigación más lenta, pero considero más justa o menos valiente.

Sí, es posible que adicción sea el enlace retórico de post y de recuerdos, aunque bajo el anonimato no sé hasta que punto pueden llegarte recuerdos adictivos.

Primer movimiento del caballo saltando peón... apurando el té, hoy con leche que es primavera.
 
Bueno, entonces me dejaré investigar. Pero será asimétrico, no sabré yo más de ti, se quedará en lo que ya creía.

Los recuerdos pueden ser de quien yo quiera imaginarme, mientras tu mantienes un anonimato de sujeto, yo lo llevo de predicado. Además, quién dice que exista el anonimato en internet.

Yo apuro mis fresas con nata mientras sigo estudiando. Ya es casi abril, ya no es casi primavera.

El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
Es una tarde clara,
casi de primavera;
tibia tarde de marzo,
que al hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.
 
Tal vez demasiado ingenua podría ser... pero creo en el anonimato, como creí en los Reyes Magos.

En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.
 
no creo que seas ingenua. Los reyes magos existen, solo que de pequeño no sabías quien eras. Cuando te haces mayor te das cuenta de que los reyes magos eres tú, y pasas de una felicidad de recibir a una de regalar.
No sé como vincularlo con el anonimato, pero dejemos que tienes una capa que te cubre y sólo intuyo quién eres. Al final, da igual, lo mismo daría que no supiera quién eres.

¿Quieres seguir con la partida?

Entre las baldosas encontraba ella las fronteras de su indecisión, y por no romper lo que le inquietaba, decidió no pisar entre baldosas. Llegó al final del pasillo, el atardecer adelantado de final de Marzo le trajo a la memoria el sabor a pan de las meriendas en el campo.
 
¡Claro que quiero seguir la partida!

¿Intuyes? creo que te sorprenderías o te decepcionarias.

Meriendas que precedian tardes de entusiasta estudio, con ansia de terminar para salir a disfrutar de su cometa.
 
¿Tu quieres continuar la partida?
 
Tengo una buena intuición, pero como te he dicho, da igual, es una partida de ajedrez anónima, que así siga.

Claro, me encanta el ajedrez y las palabras. Pero te animaría a que escribieras más, si no me da la sensación de que guío yo esto con mis parrafadas. Así que me toca a mi corto ahora.

El viento de Abril que insuflaba en las cometas el aire que ahora le faltaba a ella.
 
Ella mira y anhela esa cometa, los tirones que da al amparo de las ráfagas de viento, sotavento o barlovento, no importa, porque si escora, sus velas automáticamente realizan el movimiento adecuado y ella sale ilesa hacia el cielo. Aguanta con fuerza la cuerda que la une a esa cometa, como si eso le transmitiera la energía de ese trozo de tela y barillas.

Le recuerda a esos momentos en que inscrita en algún curso sale al mar a navegar, a aprender los misterios del viento y como sortearlos, recuerda que lo primero que te enseñan antes de salir al mar, curiosamente es a hacer nudos, a atarse, para luego una vez en el agua, observas las corrientes y hacer lo posible por burlar su tozudez... se recuerda con la jarcia de labor en la mano, manejando el velero a su antojo, siente impotencia por no tener jarcias que manejar.
 
Los días se han hecho más complejos, arrastrando problemas y preocupaciones, parece que no hay nada desde donde manejarlos, desde donde mirarlos con perspectiva y decidir que hacer.

Pero al ver la cometa restallar en el cielo con las ráfagas de viento que se endurecen por minutos, piensa que dejará sus pensamientos en la cometa un rato, para que se aireen. Sobretodo para que dejen de molestar. Y se siente un poco mejor y empieza a silbar. Sweet Jane.
Manda a tomar por saco el postmodernismo y su relativismo, y se promete recuperar sus sueños.

http://www.goear.com/listen/cea18b3/sweet-jane-velvet-underground
 
http://www.goear.com/listen/5e6df63/lucy-in-the-sky-with-diamonds-the-beatles

Un clásico demasiado desgastado en estos tiempos, pero me gusta su historia, me gusta la leyenda del LSD que mucha gente sabe y la teoría de que fue escrita cuando el hijo de John le enseño un dibujo que había hecho en el jardín de infancia, de su compañera Lucy...me gustan ese tipo de cosas.

Nunca promete algo que no pueda cumplir, y soñar le gusta, va a su biblioteca personal, elige un libro, de los de entretener, sin pensar... y coge su reproductor de música, arranca el coche y aparece en ese lugar del campo que sólo ella sabe que conoce, y allí se sienta entre unas raices de un gran pino que quedan medio al aire, creando el más cómodo de los asientos, abre el libro y sin pensar se dispone a soñar, bajo una banda sonora que a veces dedicada y otras robada desde el anonimato, la hace volar.

Se queda dormida escuchando "Come and find Me" de Josh Ritter...
 
Ultimamente, la ventana a la que más me asomo...
 
He buscado esta canción de Ritter, que no conocía, y lo primero que me he encontrado es una versión con Glen Hansard, de The Frames, un grupo que me encanta; y que hizo una película que se llama Once, que creo que vimos juntos.

Mi canción preferida de Ritter:
http://www.youtube.com/watch?v=S1OnCr56JoI

Paseando entre la hierba con sus dedos, desde su trono de pino, decide qué caminos son los que llevarán a donde quiere llegar. Y la meta no se parece nada a lo que dibujan las películas, es más como una luz que lo inunda todo, una luz que abraza, una guitarra que arrastra y una voz que mece las hojas. Se levanta, se limpia el pantalón, y envía un sms que le hace sonreír. Qué ganas de tensar cuerdas y mover la arena de los relojes.


Me voy a Madrid unos días, tardaré en contestar.
Pon macetas en la ventana que llega la primavera.
 
Tu intuición falla, no he visto esa pelicula...

Yo también me voy unos dias, pero no a Madrid, algo más lejos...

¿La meta?

Ella no sabe si es eso lo que desea alcanzar... la luz ya la deslumbro un día, y ahora va con gafas de sol, por lo que pueda pasar...

Sus manos recorren su pelo, lo recogen en una cola, mientras lo ata mira al infinito, y allí están esas montañas, aquellas que un día atraveso por el...
 
Me hago y te hago personaje, y así hemos visto esa película. Dónde empieza el cuento es mi único espacio de anonimato. Y vimos la película en los Babel, una tarde de primavera, era Domingo, y sonaba Glen Hansard en mis manos.

De vuelta a casa, saca una silla a la terraza y mira a la gente pasar. Cuenta ciento tres cabezas antes de que suene el teléfono fijo de casa. Ciento tres cabezas, con sus pensamientos, sus preocupaciones. Se ha preguntado qué pensarían cada una de esa personas, cómo sería su vida, quiénes serían las personas más importantes de sus vidas. La sensación de robar su identidad durante unos segundos le hacía estremecerse.

Pero sonó el teléfono.
- Sí, nos vemos, esta noche.
-...
- A las 11, donde siempre.

http://www.youtube.com/watch?v=S1OnCr56JoI
 
En esa terraza del Carmen en la que siempre "por casualidad" aparece algún músico callejero que pone banda sonora a los refrescos que sirven como excusa para que los ojos se encuentren... y tras pagar la cuenta, volver a casa con una buena o mala sensación, o ni buena ni mala, que los grises existen, aunque una cosa es segura, en su cabeza resonara sin parar "All that love all those mistakes what else can a poor man make?..."
 
Justo cuando he recibido el email diciéndo que un anónimo había dejado un mensaje en días sin horas, sonaba, por tercera vez desde que he llegado a casa, Idaho de Ritter.

Pero esta vez la música resonaba sin que hubiera ningún músico.
Llegaba tarde. Él la estaba esperando en el café Lisboa.
Se sentó, hablaron. No tenía demasiado sentido lo que decían, pero resultaba difícil coordinar las palabras con los pies que buscaban el roce "casual". Qué forma más tonta de decir "no me atrevo a besarte".

http://www.goear.com/listen/a2b9349/it-looks-live-love-josh-rouse
 
Ella sacó valor no sabe muy bien de donde, dio un trago a su bebida y acerco su cara un poco más, total, sentía ese cosquilleo desde que lo vio sentado, cuando subía las escaleras de ese callejón que va a parar al local en que habian quedado...

Esta vez le intento sacar un tema de conversación que ella dominaba a la perfección, si era difícil coordinar los pies con la coherencia, no quería arriesgar más de la cuenta, y una materia dominada le permitiría cruzar miradas, sintiendo la respiración cada vez más cerca y esperar a ver si el también tenía el mismo presentimiento y compartian intenciones.
 
Él que sintió como la cara de ella se acercaba, acercó la mano buscando los dedos ajenos que planeaba trenzar, y de los que pretendía estirar para traer la cara de ella un poco más cerca, para poder fingir que cabeceaba si al intentar besarla ella quitaba la cara.

La conversación se balanceaba, pero él se dejaba llevar, no quería romper ese equilibrio repentino entre lo que decía y lo que escuchaba. Y trepó su mano hasta encontrar unos dedos que se contrajeron ligeramente sin llegar a retirarse.
 
Otro trago a la bebida, por suavizar la grata tensión que había en el ambiente... de fondo Dylan, en primera escena, unas miradas cada vez más brillantes, pero ella está espectante, recuerda que el refresco que tanto le gusta puede hacerse amargo en un solo segundo, así que hace tiempo que decidio mover a la reina pero siempre escoltada por cuatro piezas para estar protegida...
En el fondo ella quiere trenzar sus dedos...
 
En el momento que ella da un trago, que intuye su inseguridad, su vacilación, su si y no a la vez; decide acercarse hasta que con los labios roza su cuello. Como quien corre contra una pared esperando atravesarla, cierra los ojos y confía en que funcionará, esta vez tiene que funcionar.
Y se asoma los labios a la oreja de ella y le dice, te invito mañana por la noche a un té.
 
Le pilla por sorpresa, no contesta, tiene muchas cosas que analizar, muchos puntos que valorar...

Otro trago, y una sonrisa dulce, de esas que sólo las mujeres saben poner, y que quieren decir: "ahora no, dame un tiempo".
 
Él no dejó de sonreir. Sabía que el tiempo como tal no existía entre ellos, y cuando el espacio todavía no es más que una construcción, no tiene sentido. Un tiempo, podía ser un día, una semana o nunca.
No, lo que quería ella, no era postponer, quería una razón para darse a sí misma, para convencerse de que quería verlo. No quería un cuándo quería un por qué.
Se volvió a acercar a su oído, ya que en el vacío absoluto sólo transcienden los susurros, y le dijo:
- Tengo ganas de verte, ¿te parece suficiente razón para quedar mañana?

Y mientras volvía rozó con sus labios los de ella a modo de preludio.
 
Ella acudió a la cita con una máscara, el no hizo en ningún momento ademán de descubrir que había tras la máscara.

Ella se estremeció con el preludio, pero aunque por un momento perdió la perspectiva, lo cierto es que ese anonimato, continuaba en activo y el juego que así había comenzado para ir avanzando bajo esa incognita, continuaba con el signo de interrogación de fondo...

Ella no iba a dar el paso de quitar la careta, era el quien debía jugar ahora...
 
A él no le había importado jugar contra una máscara hasta ahora, pero el paso siguiente era deshacer el anonimato en caricias concretas. Era el único paso adelante en una partida de ajedrez contra una sombra.
Seguía la propuesta, concreta, mañana, Domingo, el único paso lógico con el que continuar cosiendo palabras.
 
Jaque...
 
jaque, pero no mate. Solo tienes que mover el rey.
 
Ella se torturaba, había una propuesta tentadora encima de la mesa, pero tenía una sensación extraña, un recuerdo que era incapaz de superar,tal vez algo dañino para su ego, no creía que esas fueran las palabras exactas, si buscaba dentro de ella, veía imagenes pasar, pero no terminaba de fiarse... la decepción muchas veces es difícil, más si pasas tiempo buscando respuestas que no sabes hasta que punto mereces tener...
 
- Pero ya no buscas respuestas, ¿o sí? no quieres más palabras mediadas por una pantalla.

Al oír las palabras tras el silencio, ella levantó la mirada, saliendo de sus pensamientos, de sus inseguridades, de sus sensaciones.
Y volvió al diálogo, al momento compartido. Somos autónomos de los demás pero heterónomos de lo que sentimos por ellos. Y cuando los diálogos se enraizan, socavan nuestra forma de entender nuestra propia identidad, somos lo que creemos que el otro cree que somos.
 
Discrepo, somos lo que sabemos que somos y sabemos ser lo que el otro quiere que seamos...
 
La construcción reflexiva del yo lleva a que incorporemos en lo que somos las interacciones y las quasi-interacciones, lo que nos lleva a ser heterónomos de nuestras interacciones.
 
No estoy de acuerdo con esa afirmación, ya que desde el momento en que decidimos incluir lo que podemos desprender de nuestras interacciones nos comportamos de forma autónoma, partiendo de que cada yo decide por si mismo lo que será o no intrinseco a su propio ser.
 
No decidimos qué interacción se queda en nuestra construcción del yo. Por mucho que niegues algo, no va a dejar de haber sucedido.

Mañana vuelve a ser Domingo, es un buen domingo para un té. Te lo susurro en el ayer del domingo preludiado.
 
Hoy es domingo, aujourd´hui c´est dimanche... y aunque nos empeñemos en pasar por alto sucesos, coincido en que no van a dejar de haber sucedido, es difícil...
 
pues estaré estudiando esta tarde en la biblioteca de bancaja, si te apetece te invito a un té en un café de benimaclet.
 
Muchos pensamientos en la previa...
 
pues trátalos con cariño, y dime algo. Que sean sentimientos sentidos y no de sentido.
 
Ahí está el problema, conflicto entre sentimientos con sentido y sentidos...

Cuando uno se empeña en sacar el gris en el blanco y negro, muchas veces le es imposible. Eso se debe a que no hay difuminado, simplemente un corte seco, y ese corte seco se encuentra en un acantilado lleno de rocas que piensas que pueden servirte de amarre en caso de escurrirte, pero pueden ser falsas piedras y en vez de un rasguño, caer al fondo...

Complejo...
 
El comentario no se ha publicado, no se si te habrá llegado...
 
Por ahora ni si, ni no, sólo un quizás en el aire...

Te propongo una cosa, juguemos al ajedrez pero de otra manera, cada jugada una hipótesis por tu parte y una respuesta por la mia... el efecto sorpresa no me gusta, preferiría este juego.
 
estaba en barcelona, me llegó todo.

Bueno, piénsate un quizás esta noche, que he llegado de barcelona a la hora de comer, me he pasado la tarde estudiando y me vendría bien aire.

Sorpresa...no, completamente predecible. Lo de las hipótesis y tus respuestas, tengo un escasísima tolerancia a la frustración y al no, fruto de mi inseguridad congénita probablemente.
 
¿predecible?

La inseguridad no es buena, sobre todo teniendo en cuenta que actuando con confianza todo es enriquecedor tanto los aciertos como los fallos...

Vacilo, y no puedo remediarlo, siento ser frustrante...

Tal vez algún día la balanza se incline, pero de momento está equilibrada y me es difícil decidir, la insistencia no tiene como fruto la confianza.

Muy lejos de mis intenciones frustrarte, así que si lo prefieres sere mera espectadora como lo he sido hasta hace algunos meses.
 
Sí, predecible la respuesta que te di, las invitaciones que te hice.

Asumir la inseguridad permite ver tus errores con más compasión.

No te preocupes, la frustración no viene sólo por un agente frustrante si no por uno que se deja frustrar.

Puedes ser espectadora o actriz, prefiero que hables, y sentirte.
Pero cada vez tengo menos tiempo para escribir aquí. Así que te doy mi correo, y pasamos de un pin pon a un epistolario si gustas. quiquebs arroba gmail punto com, fácilmente puedes mantener tu anonimato con una cuenta de correo anónima, por si te seguía preocupando.
 
Publicar un comentario


Sigueme por RSS