Días sin horas

lunes, septiembre 26, 2011
 
has venido muchas veces últimante, no sé qué buscabas, ni si lo has encontrado. Vienes de tan lejos y poco te puedo ofrecer, lo mismo de ayer, lo mismo de hace unos años.

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No sé si me estás llamando, o si lo haces por simple curiosidad, lo prometí porque tú así lo pediste, no sé si te arrepentirás, yo siempre tengo mi ventana abierta, simplemente debes saber empujarla, hay veces que se atasca, pero con paciencia se consigue abrir, yo mientras mantendré mi promesa y seguiré asomando todas las mañanas por si hay alguna nota pegada al cristal, simplemente con eso me conformaría, hasta el momento, con mi mirada triste avanzando hacia el futuro.
 
No lo escribí por ti, sigo con mi planteamiento, en el que encantado de hablar pero sabiendo ambos quien hay al otro lado de la pantalla. Sigo pensando que es justo, y mentalmente más sano.
 
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