Cuánto nos quisimos con las palabras, en cada quiebro, en cada frase había una idea que nos queríamos lanzar sucintamente. Ahora leído queda un poco infantil, pero sigue siendo tan bonito poder recordarlo. Me he sentido tan tonto por no haber entendido mucho antes de lo que lo entendí que mis sentimientos eran recíprocos. Uno siempre aprende demasiado tarde, o al menos yo sí.
Releía hoy los, quizá, cientos de correos que intercambiamos hace ya tanto tiempo y que son tan vividos como una foto. No era nostalgia lo que me ha invadido, pero sí que esa sensación de revivir sentimientos que se han quedado cristalizados y que pueden verse con la pureza del momento en que se escribieron. Curiosamente el correo que tenía, odioso hotmail de messenger, no guardó lo que yo envié y sólo me queda lo que recibí. Es algo así como una carta a medio hacer, en la que intento recordar lo que dije. He tenido que acudir al blog a releer, y tanto he releído que he buscado momentos que recordaba y he podido reconstruir. ¿Te pasará a ti algo similar? Quizá no entiendas muchas de las cosas que digo porque ni siquiera recuerdas haberlas escrito.
En algunos casos me arrepiento por las tonterías o las impertinencias. Era, como hoy soy de otra manera, inseguro y así intentaba jugar lo poco que sabía en esa época tan tonta llamada los veinte.
Los treinta, que es falso que sean los nuevos veinte, traen cosas distintas. Ya no busco la salvación tras una falda, ni me desvela el ansia de esos labios que se antojan imposibles, quizá sólo echo de menos la sensación que generaba, no el hecho en sí. Te parecerá ridículo pero hoy me develan otras cosas, ¿sabes que he soñado durante las últimas noches que tenía un hijo? Y me he levantado contento como si las cosas recobrasen un sentido que se me ha perdido.
¿Sabes también que todo aquello que me decías de lo bien que escribía he dejado de creérmelo? En mi trabajo tengo que escribir mucho y bien, y no siempre sale tan bien como debería. No sé por qué te lo digo, pero como es una conversación al aire, sin que realmente estés, me permito ir sacando los temas que me surgen - que curiosamente llevo unos años pensando que no tengo nada de lo que hablar, cuando estoy en grupo o con gente nueva, me quedo callado sin saber muy bien como generar una conversación normal. Las palabras se han secado, o quizá estas palabras ya no caben en ninguna conversación a esta edad. Buenas noches, descansa.
Ya no te acordarás pero a tu salud: https://www.youtube.com/watch?v=frbhWBJZBOo (qué tonto se hace ahora escuchar a Carla Bruni, sólo puedo pensar en Sarkozy)