¿Cómo consigues que amanezca tan pronto?
Que al alba sólo renazcan tus brazos de entre todos los sueños de anoche.
Que en mi almohada sólo quede tu olor, cuando jamás has puesto tu pelo sobre ella.
Que sienta tu mano contra mi pecho, cuando la máxima presión que he sentido de mi piel ha sido al cogerme el brazo.
¿Cómo has conseguido ser primavera?
Me he perdido entre los gestos que no conducen a más que incertidumbre sobre lo que piensas.
Arde la vela que encendí yo por ti. Arde su cera para morir deformada contra el suelo.
Guardo tus miradas que hago mías en las tazas de café de cada mañana. Amanecer de primavera, demasiados olores, demasiados colores.
Sin embargo vas matando a todos mis principes azules que me invento, ahorcaste al aventurero que iba a buscar tus besos. Y los demás, amedrentados, se quedan en la habitación planeando el asalto a la luna.