Días sin horas

domingo, agosto 27, 2006
 
Los golpes van rebotando por las paredes de la habitación. Semicorcheas, corcheas, negras,... y sus silencios que provocan el no ruido con su consecuente eco de vacío. Tiemblan las ventanas al impacto de las teclas contra su tope. Y tú sentada en la banqueta delante del piano, seguramente escuchando aquello que yo no oigo porque el piano no tiene cuerdas. Para mi es un metrónomo loco que sólo corresponde a los lentos movimientos de tus labios, que se abren y se extremecen sin que pueda preveerlo. Vuelvo a poner mi mano en tu hombro, porque tú sabes lo que significa, porque aquello empezó y no acabó. ¿Acaso empezó?. Se funden, como antaño, tus dedos con las teclas del piano y te disuelves antes de que me decida a besarte.

Comments:
A veces es necesario disparar en el momento oportuno, No hay nada peor que arrepentirse por lo que pudo haber sido.
 
Kike no es de los que se arrepiente, eso te lo digo yo.

Lo que es, es un masoca de los cojoens, pero bueno, le va francamente bien. Suerte chico.
 
jajaja masoca de cojones... probablemente disfruto con mi dolor... :)
 
Oye y si es masoca de cojones pero le va bien... entonces no hay mucho más que decir, no?

a mi me encanta su dolor, será el masoquismo?!... jajajajaja, llámalo energía... mejor todavía!

Besos a los dos.
 
la música, aun siendo muda, tiene una importante presencia y eso siempre te remueve algo dentro

me encanta! me has recordado a la tarde que, también en una habitación, me enfrenté por primera vez a un micrófono ^_^
 
la música, aun siendo muda, tiene una importante presencia y eso siempre te remueve algo dentro

me encanta! me has recordado a la tarde que, también en una habitación, me enfrenté por primera vez a un micrófono ^_^
 
duermevela; energía, energía no sé yo... pero bueno... vamos caminando...

duna; una amiga decía ( algo así): aprendí la música cuando comprendí el silencio.
 
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